lunes, 11 de septiembre de 2006

La noche que probe el hongo azul con pintas rojas

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Contento por poder abandonar de nuevo el maldito mundo lobuno, entré.
-Extraño-tan encantador y a la vez tan hondamente familiar, que me horrorizó- me salió al paso aquí el aroma de mi juventud, la atmósfera de mis años de niño y de adolecente, y por mi corazón volvió a correr la sangre de entonces. Lo que acababa de hacer y de pensar y de ser se derrumbó detras de mí, y volví a ser joven. Hacía una hora todavía, hacia unos momentos, creía saber muy bien lo que era el amor, lo que eran los deceos y anhelos; pero todo ello había sido amor y anhelos de un viejo

9/22/2006  

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